Viejos tiempos

Comprendan que no
pretendo ofenderlo
tampoco le estoy haciendo
un reproche
usted es dueño de su vida
de su cuerpo y de sus noches
confieso me enamoré como una niña
y siento que no estoy arrepentida
disfrute de tu experiencia
hasta calmar mi ansiedad

fuí dueña de su alcoba
y de su almohada
lo tuve beso a beso, piel con piel
y el sol me sorpendió por su ventana
cansada de delirio y de placer
hasta ayer, hasta ayer
Y perdona usted señor
pero cuando el alma llora
el silencio no es remedio
para calmar el sufrir
Hasta ayer, hasta ayer
mi dulce caballero elegante
supe que tienes otro amante
al que quizás con el tiempo
le haras lo mismo que a mi

Fué enredándome en sus besos
hasta que me volvió preso
y en su juego despiadado me
entregó con su pasión
luego vino la traición el cual si
yo fuera una niña
me dijo que su cariño lo
brindaba a quien quisiera
eres un bandolero que jugo
con mi querer
ya no creo más mentiras
ni en llanto de hombre
Yo te quería tanto hombre
yo te adoraba tanto hombre.